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Antes era mas fácil

  • Foto del escritor: Odinkrsna
    Odinkrsna
  • 19 may
  • 2 Min. de lectura

(Esto lo escribí en 2020 al inicio de la pandemia, pero sigue teniendo vigencia)


Creo que no lo hacía tan mal, me refiero a esto de la escritura. Vomitaba cartas, escribía canciones en una tarde. Ahora me quedo pasmado 15 minutos antes de que se me ocurra la palabra que sigue, el verso para continuar.

Y no es que sepa mucho sobre hacer canciones pero antes se me facilitaba más, no tenía tanto miedo de cagarla, supongo. Y escribí mis primeras cosas medio cursis e inocentes, adolescente al fin y al cabo. Mis primeras canciones que fueron hit a nivel preparatoria se llamaban “Pequeña Rubia” (obviamente adulando a una muchacha y un poco sexosa) y “Dos” (mi entonces problema existencial con las dualidades que después se convirtió en Solve et coagula)

Tuve una novia en Monterrey, nos conocimos en uno de esos chats primitivos, pero se nos hacía bien romántico lo de las cartas,  y escribía mucho, le contaba casi todo como si fuera mi querido diario, pero nuestra relación se basaba en la escritura, ya fuera en vivo por chat (ICQ, Mirc, Messenger) o por las cartas con timbre postal y dibujitos, pinches ñoños. Pero gracias a ella me acostumbré a liberar lo que pensaba, escribiéndolo, releyendo sus cartas y las mías y a madurar las ideas.  No sé si influyó que la niña estudiaba filosofía, pero teníamos platicas muy interesantes. Bueno, estaba descubriendo el mundo, todo era interesante entonces. Ella me dio varias buenas canciones extraídas de su dolor, del mío, de nuestras vivencias.

Pero todo acaba en algún momento y la efervescencia creativa cesó, me avoqué más hacia los timbres nuevos, los efectos sonoros, el maquillaje musical y aprendí bastante, salieron cosas buenas también, no me quejo. Sólo que cada vez hice menos canciones nuevas, fui cayendo plácidamente por una escalera de caracol hasta que llegué al fondo del pozo seco, y no sabía cómo salir.

Me engañé pensando que las musas regresarían, me puse a leer creyendo que eso me traería inspiración y apenas pude exprimir unas cuantas frases de un par de libros. Me di cuenta que quería escribir de la mierda que me rodeaba, de la asquerosa política, del hambre y la desolación, de la insensibilidad cotidiana, de la crueldad infantil, del machismo y la estúpida rosa de Guadalupe, de tantas cosas que me encabronan, de esos pinches sentimientos retorcidos que tengo, del instinto asesino que siento de repente, de las perversiones, quise volver a exorcizar mis demonios…y no pude, no supe cómo.

Aprendí a domar a mi bestia interna tan eficazmente que ahora es un león de circo, si lo saco de la jaula se espanta y no sabe qué hacer, así que se regresa tras los barrotes.

No quiero pensar que tengo un pinche gatito asustado dentro de mí, siempre me jacté de poder transformar esos sentimientos negativos en algo positivo, de regurgitarlos hechos canción; Y ahora  me los trago, se están escondiendo en algún lugar desconocido de mi ser y tengo miedo de que un día salgan todos juntos y me hagan mandar todo al diablo. Ésta estúpida zona de confort está acabando conmigo lentamente, me siento un maldito oficinista temeroso de perder su preciosa posición social.




 
 
 

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Odinkrsna

Dark Synthwave desde Puebla, México

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